Por: Marx
Los primeros rayos del sol penetraron por los cristales de la ventana, el anuncio de un nuevo día, que delicadeza de escritura, en ese momento me encontraba recostada en la cama, sobre mi hombro derecho recaía mi peso, empecé abrir un poco lo ojos al escuchar un ruido en la pared del cuarto, con molestia recordé el gato del vecino que se divierte subiendo y bajando de la pared, así que no le tome importancia y permaneci en la misma postura.
Sentí de pronto un movimiento en la nalga izquierda una especie de circulo pensé y me estremecí al relacionarlo con un calambre.
Por lo que con un movimiento brusco estire todo el cuerpo quedando boca arriba y la sensación desapareció, pero inicio en mi pie derecho como si hormigas recorrieran mi cuerpo, o de nuevo pensé no puede ser que me este acalambrando ni frió hace, pero un momento como que un calambre sin hacer ejercicio?????
Así que moví las cobijas bruscamente con el brazo izquierdo, solo alcance a ver una cola y desaparecer entre ellas...OOOOOO pense NOOOO no una lagartija, por solo ver su cola largaaaaa.
Así que bote todas la cobijas y de ella salio..................................un ratón, aggggggggghhhh, un ratón, guacala, estaba durmiendo con el ratón así sin presentarnos......aggggh, solo vi a este condenado ratón correr al cuarto continuo en donde esta el ropero, así que después de casi vomitarme ......me arme de valor y empecé a buscar al ratón entre cajas de zapatos, tenis, discos.....tranquila, tranquila hay que pensar como ratón, en donde te esconderías.....si no esta en las orillas ................en la pared!!!!
Así que al voltear a la orilla de la pared con el mueble de la ropa, me quede fría al mirar sus ojos de canica fijos en mi.
Sin piedad tome un palo de la cortina y centrándolo, ZASSSS.
Hasta ahí llego la historia del ratón, no tuvo oportunidad de contar a sus camaradas ratones que estaba DURMIENDO CON EL ENEMIGO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario